Por: Nadia Vargas

Pocos son los juegos que han logrado definir una década en la historia del medio como The Last of Us de forma tan definitiva, y si hay un juego que ha definido estos últimos 10 años, es la obra dirigida por Neil Druckmann y producida por el estudio Naughty Dog en 2013. La premisa de un mundo destruido por una infección fungal parasitaria, basada en el verdadero fenómeno causado por los hongos de la variante Cordyceps diferenció al juego de otros en el género zombie, pero su exploración de la humanidad y la violencia en tiempos de colapso mundial cautivó al mundo de los gamers.

El paso del tiempo solo ha hecho que los temas de una pandemia arrasando la sociedad por completo resonen de manera más intensa y personal para más personas. El mundo de The Last of Us no fue destruido sólo por una infección, si no por la forma en que la gente perdió su propia humanidad con el afán de sobrevivir. Es así como tras años de intentos fallidos de adaptar al juego a una película, HBO logró consolidar los sueños de Druckmann por una adaptación y traerlos a la pantalla de televisión.

El corazón de The Last of Us es la relación entre Joel, un hombre de mediana edad cuya humanidad murió junto con su hija la noche que todo colapsó, y Ellie, una chica que sólo conoce al mundo tras la tragedia y en cuyos hombros carga el peso de ser la única persona resistente a la infección. Pedro Pascal (The Mandalorian) y Bella Ramsey (Game of Thrones) fueron elegidos para interpretar a los personajes, habiendo ambos interpretado a personajes Game of Thrones, también de HBO.

Entre los dos destaca la interpretación de Pascal, quien desde su lenguaje corporal a su voz, ha demostrado canalizar la esencia de Joel, y en ocasiones es casi como ver al mismo personaje con el que quienes han jugado el videojuego han pasado decenas de horas. En el lado de los actores secundarios, Anna Torv como Tess y sobre todo Nick Offerman como Bill han logrado reinventar sus personajes, y expandirlos para la pantalla plateada de una forma que completamente beneficia al medio que están usando.

Otro aspecto que ha fortalecido a la adaptación es el nivel en el que Neil Druckmann está involucrado, llegando al grado de debutar como director en el medio televisivo con el episodio 2 y escribir el guión de los episodios 1, 7 y 9. Para él, antes de aceptar la propuesta de HBO fue muy importante que pudiera tomar un papel activo en la adaptación, tras su experiencia anterior en la adaptación fílmica de “Uncharted”, otro juego creado por Naughty Dog. Cabe mencionar la ingeniosa campaña de marketing de HBO, abriendo una “Zona de Cordyceps” en la Ciudad de México.

El resultado es una serie de tv que respeta al material original, y lo eleva cuando es necesario. Tomaron la decisión de mantener todo lo que funcionó la primera vez, expandir donde no hubo tiempo en el videojuego, y cambiar lo que funcionó como videojuego pero puede ser más efectivo en tv de otra manera. Por ejemplo, el medio de transmisión por esporas es interesante en el videojuego porque es otra variante que impacta tu salud en el juego, pero en la serie es más interesante visualmente si se transmite de manera más directa por medio de zarcillos.

Por esta razón, recomiendo la adaptación de The Last of Us, incluso si no has jugado el videojuego original anteriormente. Los personajes son igualmente complejos, el mundo es expandido, y los cambios realizados mantienen a la serie interesante para los que hemos jugado el original. HBO tiene mucho por ganar con esta nueva serie en su repertorio, aunque no esté destinada a durar tanto como un Game of Thrones, todo parece apuntar a que la adaptación de este condecorado juego será recordado como uno de los puntos más altos del canal.

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