Por: Ximena Vargas

La espera ha terminado, y la nueva película de DC se encuentra ya en las pantallas grandes. The Batman, la nueva cinta dirigida por Matt Reeves, nos entrega una adaptación más oscura de este entrañable personaje; combinando elementos de acción, tensión, drama y muchas otras situaciones que mantendrán a los espectadores al filo de sus asientos durante las 3 horas que dura la película. Pero antes de empezar a platicarles un poco más sobre aspectos importantes de ésta… ¡Spoiler Alert! Si no has visto The Batman, te recomendamos verla antes de leer esta nota.

En la actualidad existen 6 versiones de este superhéroe que han llegado a las pantallas del cine, con The Batman sumando la 7ta y convirtiéndose en la tercera reinvención del personaje en tan sólo 20 años. Entonces, ¿por qué los fans necesitaríamos de otra película más sobre el justiciero de la noche a estas alturas? Y es que debemos recordar que este film generó muchas críticas incluso antes de su estreno. Para muchos la interpretación de Christian Bale puede resultar insuperable, y para otros era más bien un problema relacionado a que si el actor protagónico tenía la capacidad para dar vida a este oscuro personaje, o no. Los fans más fieles de Batman dudaban que Robert Pattinson pudiera dar el ancho con este papel, teniendo a la sombra personajes pasados como el protagonista de la tan popular saga de Crepúsculo. Sin embargo, estas cuestiones se resuelven en los primeros minutos de la película.

Brincando del vampiro a un murciélago, la realidad es que el actor no deja lugar para la duda y nos entrega una gran interpretación del caballero oscuro. Sin embargo, el personaje de Bruce Wayne se puede encontrar en ciertos momentos muy inexpresivo; quizás con el fin de enfatizar el duelo y los deseos de venganza que lo encaminan a convertirse en un justiciero temible por las noches, centrándose en su mayoría en el personaje con la máscara, en vez de aquel debajo de ella. Sin embargo, para algunos puede rayar en un Bruce Wayne un poco más aburrido que en otras películas.

Por ello y contrario con versiones anteriores, en esta entrega vemos un Bruce Wayne que rompe con el estereotipo de playboy millonario que va por las calles desbordando confianza (y mucho dinero). Se nos muestra un personaje diferente: deprimido, ermitaño, solitario y con una tristeza cuyo único escape yace en la venganza, la cual adjudica como sed de justicia. En cierta forma, el nuevo Batman nos brinda un nuevo panorama con el cual ver a este personaje; nos presenta a alguien más humano y vulnerable. Lejos de contarnos la historia de siempre que ya nos sabemos, Matt Reeves opta por dejar a un lado aquello que es evidente, incluso ahorrándose la trágica escena donde mueren los padres de Bruce Wayne que caracteriza a todas las versiones anteriores. Eso sí, el trauma y duelo está ahí, y mucho más fuerte de lo antes visto, haciendo más valiosa la batalla moral y la evolución de este personaje, por encima de mostrar una escena que ya todos conocemos.

Si bien The Batman no deja de ser una película de superhéroes, ésta no busca ocultar sus evidentes referencias al cine noir. Esta versión nos muestra no solo a un justiciero de la noche al que todos los criminales le tienen miedo, sino que también nos muestra a un Batman detective, moviéndose sigilosamente y trabajando junto con el teniente Gordon para investigar y descifrar todas las pistas del Acertijo; cayendo en su extraño juego, con el fin de descubrir sus siguientes pasos. Con una cinta donde predomina la cinematografía repleta de tonos oscuros y sombras, The Batman crea una Ciudad Gótica que combina con los crímenes, la corrupción y la falta de esperanza y justicia. Y aunque tres horas de película puede parecer un punto negativo para el público, la verdad es que el director logra mantener el interés y suspenso durante todo momento.

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