Por: Nadia Vargas

Hay pocos íconos de videojuegos más perseverantes en la cultura popular que el plomero vestido de rojo con un acento italiano. Aunque otras mascotas de videojuegos se han mantenido relevantes gracias a adaptaciones en forma de series y películas como Pikachu y Sonic, Mario es notable en la ausencia de estas. Nintendo intentó llevar a la pantalla grande a Mario por primera vez en 1993 con una película estelarizada por Bob Hoskins y John Leguizamo, pero tras su definitivo fracaso tanto económico como crítico, abandonó cualquier intento por adaptar a su mascota.

En su lugar, Nintendo invirtió en adaptar a otras propiedad como Kirby y Pokemon, con mucho más éxito. Sin embargo, 20 años después, la icónica mascota de Nintendo ha regresado a la pantalla grande, y esta vez la historia es diferente.

Illumination Pictures, conocido por su franquicia cinematográfica Mi Villano Favorito y el spinoff Minions, no escatimó en esfuerzo para traer el mundo de videojuegos a la animación 3D. Los personajes y todos los alrededores no sólo se ven maravillosos y con colores vibrantes, también elevan a los icónicos personajes con mucho más detalles que los que puede renderizar el Nintendo Switch, dándoles su propia identidad visual.

El guión no es nada revolucionario, y si buscas las capas narrativas de la película de Lego, no las encontrarás. Este ha sido el mayor punto de contención, con la crítica calificando negativamente a la película, y la audiencia favoreciendo los puntos más fuertes de la misma. Tal ves Nintendo temió que demasiados riesgos y cambios pudieran llevar a repetir la experiencia de la película de 1993, pero en una cultura popular que todavía recuerda a la adaptación de Lego, así como más recientemente Across the Spiderverse, el guión de Super Mario Bros. se queda corto. Aún tomando en cuenta a la crítica, es una película perfectamente disfrutable, y llena de guiños a los videojuegos originales que reconocerás si eres fan de ellos.

Chris Pratt como Mario ha sido una decisión controversial, pero la interpretación más destacada se la gana Jack Black como Bowser, quien parece nacido para interpretar este papel. Detrás le siguen Anya Taylor-Joy como Peach y Charlie Day como Luigi y Keegan-Michael Key como Toad, los cuales le aportaron aspectos nuevos a sus personajes manteniendo la esencia que los distingue a cada uno.

El éxito con la audiencia así como en taquilla es alentador, y marca a la película de Super Mario Bros. como el primer paso para que Nintendo se aventure a hacer más adaptaciones de sus propiedades. Las posibilidades son infinitas, y con un equipo de animación como Illumination, así como la biblioteca de historias y propiedades que Nintendo ha creado a través de las décadas, espero que este sea sólo el comienzo de una gran aventura.

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