Por: Nadia Vargas

Puede parecer imposible, pero antes del Universo Cinematográfico de Marvel, DC fue quien dominó el panorama de cine y televisión de superheroes. Las películas de Batman y Superman eran las más prestigiosas, con directores como Tim Burton y actores como Jack Nicholson y Michael Keaton dándole prestigio a las sagas. La excepción a la regla al inicio de los 2000 fue la trilogía de Spider-Man, posicionando la semilla de Marvel en el mundo del cine. No obstante, la mirada esa década estaba en la trilogía de Christopher Nolan; sin importar el éxito de las películas anteriores, las películas de Christopher Nolan parecían haber impulsado al cine de superhéroes a un nuevo nivel de legitimidad. Para muchas personas la trilogía del Caballero de la Noche por Christopher Nolan fue la encarnación definitiva de Batman y esto fue un gran problema, porque inmediatamente después Marvel se ganó su lugar como la principal fuerza en este género fílmico, dominando de una forman tal que su liderazgo actual es indisputable.

Es ahí donde entró Zac Snyder. Recién terminada la trilogía de Christopher Nolan, el público no quería un nuevo Batman, pero aceptaría ambivalentemente a un nuevo Superman. Desde el inicio su rendición del Hombre de Acero fue controversial, por su serio tono comparado con lo que Marvel estaba produciendo. Aún más controvertida fue la segunda entrega, Batman V Superman, solo 4 años después de la trilogía de Nolan. La seriedad, diferente de Marvel en un momento que Marvel dominaba la cultura popular, además de los conflictos entre la visión de Snyder y DC, quien demandaba el mismo éxito que Marvel, creó a una película inestable al punto que necesitó un corte “Ultimate” con 31 minutos más de material.

La producción de la Liga de la Justicia fue un desastre desde un inicio. Las tensiones entre DC/Warner Bros. y Zac Snyder llegaron a su máximo, insatisfechos con el desempeño de Batman V Superman, trajeron al director de Avengers y Avengers: Era de Ultrón a hacer cambios al guión, pidieron que la película durara 2 horas máximo, y se negaron a atrasar la película para que los ejecutivos pudieran recibir su bono antes de que Warner fuera comprado por AT&T. Tras el suicidio de la hija de Snyder, Joss Whedon quedó a cargo del proyecto y filmando sus propias escenas logró lo que el estudio quería… y lo que la audiencia odiaría. La Liga de la Justicia (2017) fue criticada al punto que mató al Universo Extendido de DC. Hasta la actualidad DC se encuentra haciendo películas individuales sin saber cómo crear un universo cohesivo. Pensando que Snyder había filmado todo el material de su película antes de tener que salir de producción, los fans comenzaron a pedir en redes que se soltara el corte de director de Zac Snyder, apodándolo el “Snyder Cut”. En el 2019, tras la confirmación por parte se Snyder que sí existía un corte en bruto completo de su versión de la película, los fans juntaron fondos para crear una campaña publicitaria en los Comic-Con de San Diego y Nueva York pidiendo a Warner Bros. que lanzara el Snyder Cut, incluso rentando espacio en el Times Square.

Llegó en 2020 y con la pandemia frenando muchas producciones y HBO Max a punto de salir, Warner Bros. volvió a considerar el sacar el corte del director de Snyder. Aunque el estudio en un principio se negó a incluso permitir terminar la post-producción, queriendo sacar el corte en bruto, Snyder insistió en terminar su película. Al final permitieron que finalizara su post-producción, y la grabación de 4-5 minutos de material nuevo.

El resultado fue una diferencia entre el día y la noche, no solo se trataba de escenas nuevas, historias completas habían sido cortadas en la cinta del 2017. Cyborg, el corazón de la película en el Snyder Cut prácticamente había tenido toda su historia eliminada, junto el desarrollo de personaje de Flash y el villano Darkseid. El respeto a los personajes, desde la música a la actuación son diferentes. La trama tiene tiempo de expander lo más importante, con una duración de 4 horas, y mantiene las medidas de imagen de la cámara IMAX en la que fue grabada, en lugar de recortar la cinta para pantalla estándar de cine y TV. El progreso de la historia esta en línea con las semillas que se habían plantado en Hombre de Acero y Batman V Superman, e incluso hace alusión al plan magistral que Liga de la Justicia iba a seguir, con un epílogo situado en un futuro condenado como BVS había insinuado. El humor se mantiene, pero los chistes más al estilo Marvel se quedaron atrás; si alguno fue el pecado capital de la Liga de la Justicia en 2017, fue el de intentar ser Marvel en el universo de DC.

La cinta llega en un momento adecuado, ya no es 2017, el momentum para llegar a Avengers: Infinity War & Endgame ya pasó; y tras un año sin Marvel el público ya no está tan saturado y dominado por el MCU. Si este fuera el primer paso para DC posicionarse como una alternativa diferente a Marvel, con su propio estilo, tono y mitología; no hay mejor momento para hacerlo. Por el momento, actualmente DC y Warner Bros. No tienen la intención de continuar el plan del Universo Extendido de DC que habían trazado con Zac Snyder, a pesar de que los fans lo piden. Con el siguiente paso para DC siendo el estreno de su película de “The Suicide Squad” con el director James Gunn(director de Guardianes de la Galaxia), todavía queda por definir la trayectoria que seguirá en cuanto a su mitología; el próximo año con su cinta “The Flash” llegará el momento de concretar la visión para el futuro y decidir si quieren seguir intentando ser Marvel en un mercado donde ya existe Marvel, o forjar su propio camino.

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